Se cumplen 26 años del evento catastrófico huracán el Mitch de categoría 5, la más grande y peligrosa en la escala Saffir Simpson y el segundo ciclón tropical más mortífero registrado en la cuenca del Atlántico que dejó en Nicaragua al menos 2 millones de personas afectadas.
Según datos recopilados por las autoridades locales, el Mitch causó más de 11 mil muertes en América Central en octubre de 1998, aproximadamente 7.000 en Honduras y 3.800 en Nicaragua.
Según datos del Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (SINAPRED), el lento movimiento y la cantidad de agua generada por el huracán agudizó un dolor profundo en las familias nicaragüense, vías destruidas, aislamiento, pero el daño más grande fue el deslave del volcán Casitas ocurrido el 30 de octubre, ya que el lodo cubrió un área de 20 kilómetros de longitud y de 2 a 3 kilómetros de ancho, al suroeste del coloso.
Las consecuencias fueron fatales, el fenómeno natural borró del mapa dos comunidades enteras: El Porvenir y Rolando Rodríguez, en estas miles de habitantes quedaron sepultados en el lodo. De acuerdo con datos del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter), las fuertes lluvias relacionadas al huracán Mitch que duraron más de una semana causaron inundaciones de grandes áreas en la parte Central y en el Noroeste de Nicaragua.
Los ríos destruyeron la mayoría de los puentes importantes y la economía recibió un sensible golpe. En el sitito donde vivían las víctimas del deslizamiento del volcán Casitas ahora es un cementerio y cada año sus familiares realizan cultos evangélicos y misas católicas en su memoria.
Por Geydi Solórzano.