Michelle Pardo, de 26 años y oriunda de Nueva Jersey, Estados Unidos, durante mucho tiempo fue adicta a la comida chatarra.
Sin embargo, en un determinado momento de su vida decidió dejar esto atrás y logró bajar 75 kilos, luego de darse cuenta cómo lucía su cuerpo y la baja autoestima que esto le causaba, razón por la que creía que fallaban todas sus relaciones amorosas.
Triste por su situación, Michelle solía atiborrarse de comida chatarra al menos tres veces al día. Además, pasaba las noches llorando y comiendo.
"He tenido sobrepeso desde que era una niña. Recuerdo tener seis años y correr con entusiasmo de la escuela, ya que podría atacar la despensa de la cocina", contó Michelle a The Mirror.
La mujer confesó que siempre fue una joven muy femenina y que soñaba con conocer al príncipe azul, pero los niños del colegio solían llamarla "gorda" y "fea", por lo que creyó que nunca tendría su cuento de hadas.
"En vez de eso, me enamoré de la comida y disfrutaba comiendo hamburguesas y papas fritas al menos tres veces por día. Nunca podía ordenar un solo sándwich, siempre tenían que ser dos o tres, con hartas papas fritas y gaseosas", apuntó la chica.
A sus 18 años, Michelle pesaba 114 kilos y estaba muy avergonzada de la forma en que lucía. Desesperada por tener una pareja, comenzó a salir con cualquier hombre que le prestara atención, sumando a su historial una serie de relaciones fugaces.
5 años después, cuando tenía 23 años, la joven llegó a pesar 140 kilos y vivió otra fallida relación, por la cual sufrió una fuerte depresión y tocó fondo: se dio cuenta que nunca podría enamorarse de alguien si no se amaba a sí misma.
"Me prometí a mí misma que no me enamoraría otra vez hasta que me quisiera yo misma. Luego de investigar, decidí que la mejor opción era una cirugía y entonces comencé mi nueva vida", relató.
Fue así que, luego de someterse una gastrectomía vertical en manga y extensas jornadas en el gimnasio, esta gerente de una compañía de camiones transformó completamente su cuerpo, con lo que también logró robarse el corazón de Sean, de 27 años.
Ambos se conocieron dos meses después de que Michelle se planteara un nuevo objetivo en su vida, uno muy alejado de la compañía de algún hombre.
Pero en su primera cita con Sean, terminó abrumada por los esfuerzos del chico de ganarse su confianza y, tras varios encuentros, logró conquistar su corazón.
Lo que más le gustó a Michelle fue que el hombre estaba interesado en ella cuando aún lucía "grande", junto con convertirse en un apoyo incondicional en su lucha por perder peso.
"Sean me apoyó totalmente en mi objetivo, y luego de perder más de 45 kilos, él estaba a mi lado cuando decidí que debía someterme a una abdominoplastía para retirar el exceso de piel", detalló la chica.
El hombre le propuso matrimonio en Paris, y la pareja se casó en abril pasado cuando Michelle lucía sus logros en un vestido de novia talla 34.