Jerusalén se encuentra en estado de máxima alerta tras convertirse en el epicentro de dos atentados con arma de fuego en apenas 24 horas. Los atentados provocaron hasta el momento la muerte de siete israelíes y una decena de heridos.
El último atentado, del que no se han reportado heridos, ha tenido lugar en un restaurante situado en un asentamiento judío de Cisjordania ocupada, cuando un palestino ha abierto fuego contra los clientes.
Se trata del atentado más mortífero desde 2011, cuando un grupo armado cruzó a Israel desde la península egipcia del Sinaí y mató a ocho israelíes.