Señaló la actriz en una entrevista: “Creo que cada vez más las personas no necesitamos un contrato que está marcado por la ley y por la religión, nada más, porque no te da ninguna garantía para el matrimonio”
La institución del matrimonio, ya sea civil o religioso, ha perdido fuerza, ya que se pueden obtener los mismos beneficios conyugales aunque no exista el contrato, y en muchas ocasiones puede haber más problemas económicos y de relaciones personales.
En la actualidad, las altas tasas de divorcio hacen que muchas parejas se planteen si quieren atravesar un proceso que, además de doloroso, es costoso y requiere de gran paciencia para realizar los trámites, “Si el día de mañana ya no quiere estar conmigo, es tan fácil hablarlo y ya no se está, y no tenemos que pasar por ningún proceso pesado, ni nada de eso”, dijo Boyer como uno de sus motivos.
La actriz, que recientemente cumplió 31 años, tampoco tiene prisa por quedar embarazada, aunque no descarta la idea, incluso cuando el matrimonio no está en sus planes