Muhammad Ali, el icónico tres veces campeón mundial de boxeo, quien murió el viernes, había rechazado recientemente ser centro de atención pública, que alguna vez lo reverenció.
Su última aparición fue en un evento de recaudación de fondos para el Mal de Parkinson, el 9 de abril en Phoenix, de acuerdo con el Arizona Republic.
En esa reunión benéfica del Centro de Parkinson Muhammad Ali, en el Instituto Neurológico Barrow, su rostro, uno de lo más reconocibles en el planeta estuvo protegido en parte por gafas de sol, según se aprecia en una foto publicada por el diario.
Ali había perdido la gala de los dos años anteriores, agrega el periódico. En esa noche de abril, sin embargo, uno de los deportistas más queridos de todos los tiempos recibiría una ovación final de pie.
Su última batalla
El lunes pasado, el carismático exboxeador se enfermó con lo que el portavoz de la familia, Bob Gunnell, describió como un problema respiratorio.
Fue admitido en el Centro Médico Osborn HonorHealth, de Scottsdale. Estaba en buen estado esa noche.
"Esperábamos que así siguiera", dijo Gunnell a la prensa el sábado.
"Como saben, Muhammad se había repuesto muchas veces y esperábamos que sucediera lo mismo esta vez", agregó.
Ali también fue hospitalizado en enero de 2015, con una infección del tracto urinario. También fue hospitalizado en diciembre de 2014, con neumonía.
"Cuando entró en el hospital, pensamos, 'bien, será una breve estancia'", dijo su viejo amigo John Ramsey, quien trabaja para la WAVE de Louisville, Kentucky – la ciudad natal de Ali – y que tiene un programa de radio en ESPN.
"No se va a mejorar"
La condición de Ali empeoró en los últimos días, según Gunnell.
"Se le llamó a la familia cuando su condición se agravó", dijo el portavoz. "Todavía teníamos mucha esperanza de que iba a salir adelante", recuerda.
Dos días antes, los médicos le dijeron a su esposa, Lonnie, que "su estado no iba a mejorar", explicó Gunnell.
Ramsey dijo que Lonnie Ali le llamó la mañana del viernes. La salud de su marido se estaba deteriorando.
"Ella me dijo: 'Quizá quieras venir'. Y lo hice", agregó el viejo amigo de Ali.
Rodeado de sus hijos
La hija de Ali, Hana, escribió en un tuit que Ali estuvo rodeado de sus hijos en sus momentos finales, para sostener sus alguna vez fuertes y poderosas manos. Abrazaron y besaron a su padre de 74 años y corearon plagarias.
Hanna Ali escribió que sus hermanos trataron de mantenerse fuertes. Algunos le susurraban al oído.
"Te puedes ir ahora. Vamos a estar bien. Te queremos. Gracias. Es hora de volver a Dios", le dijeron sus hijos a "El Más Grande".
Después, los órganos de Ali dejaron de funcionar, pero su corazón se mantuvo latiendo durante otros 30 minutos.
"¡Un verdadero testimonio de la fuerza de su espíritu y su voluntad!", comentó en Twitter.
FyT. CNN