Un precipicio de al menos 150 metros de profundidad no fue un obstáculo para que Enrique Flores, de 60 años de edad, se metiera para sacar a uno de sus perritos que cayó accidentalmente en ese lugar.
Aproximadamente por dos horas Flores se mantuvo a 80 metros de profundidad del abismo montoso, donde al fin encontró a su perrito llamado Oso.
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Familiares y amigos de Enrique llamaron a miembros del Benemérito Cuerpo de Bomberos de la zona para que rescataran no solo a Oso, sino también a su amo, quien no podía salir por sus propios medios.
Ahora Flores está muy agradecido con Dios por esta nueva oportunidad de vida para él y su mascota. El hecho que terminó en una victoria para la familia de Flores, ocurrió en horas de la mañana de este sábado, en el kilómetro 27 de la Carretera Sur.
Por Kathy Molina.