Ayer jueves, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) finalizó su visita oficial en Colombia en la que revisó numerosas denuncias sobre la violencia policial y civil que durante las protestas contra el Gobierno ha dejado decenas de muertos y desaparecidos, así como miles de heridos.
La presidenta de la CIDH escuchó los relatos y el clamor de justicia de algunos padres que comenzaron una intensa lucha para que la muerte de sus hijos, la mayoría de ellos jóvenes asesinados supuestamente por agentes de la policía, no quede en la impunidad.
Los delegados de la CIDH revisaron en el país las acusaciones que recaen sobre la policía por el desproporcionado e indiscriminado uso de armas de fuego durante las manifestaciones, escucharon cientos de testimonios de víctimas de violencia y recibieron informes sobre casos de desapariciones y violencia de género.