La música juega un papel crucial en la formación de la personalidad, el estado de ánimo y las relaciones interpersonales. Los expertos advierten que las nuevas corrientes musicales, cuyas letras a menudo abordan temas como el sexo, las drogas y el alcohol, están teniendo un impacto significativo en la salud mental de los adolescentes. No se trata de estigmatizar la música actual, sino de prevenir sus consecuencias.