Cristina Carta Villa, tiene 59 años, y había vivido más de 20 felices años de matrimonio con su marido Gabriel Villa de 90 años. Sin embargo había un pequeño problema, no estaban verdaderamente casados.
Solo estuvieron casados un par de meses después de la boda. Después de eso, Villa contrató a un abogado para que representara a ambos en el divorcio. ¿La razón? Supuestamente, quería proteger sus bienes, ya que tenía un costoso estilo de vida.
La pareja se conoció en la casa de un amigo en Nueva York y se casaron rápidamente en 1994. Cristina dejó su vida como profesora de literatura italiana en una universidad de Boston y se mudo con Villa, abogado y agente de viajes, que la superaba en edad por más de 30 años.
Sin embargo, todo apunta a que Gabriel no confiaba verdaderamente en su joven esposa, por lo que arreglo un divorcio en República Dominicana, alegando "incompatibilidad de temperamentos". Cristina asegura que no sólo nunca consintió a este divorcio, sino lo que es más, nunca supo de su existencia.
El divorcio nunca fue registrado en Nueva York y Carta Villa sólo se entero tras abrir una carta de Impuestos Internos donde no se encontraba su nombre. Al encontrarlo extraño, contrato un abogado para que investigara la razón de esto, sólo para descubrir que Gabriel había hecho lo posible por retirar su nombre de la escritura.
Actualmente, Cristina está demandando a Gabriel para "anular" el divorcio, ya que teme que venda el departamento en el que viven, que vale aproximadamente 1.4 millones de dólares, sin su autorización.
¿Quién opinas que tiene la razón en este caso: Gabriel o Cristina?