Raúl Modesto Castro, primer secretario del Partido Comunista que cumple 90 años el próximo mes de junio, padece cáncer de esófago y de recto, con diarreas crónicas. Además, el militar cubano tiene una cirrosis hepática causada por su vieja adicción al alcohol y la fuerte medicación que toma le provoca “pérdida de memoria y ausencias frecuentes”.
Estos síntomas también son compatibles con una enfermedad neurodegenerativa, explican a ABC fuentes próximas al gobierno cubano.
El cáncer de esófago se manifiesta clínicamente a través de una serie de síntomas, como los siguientes: problemas para tragar (disfagia), pérdida de peso repentina, dolor en el pecho, tos crónica, vómitos, ronquera, acidez de estómago, cansancio e incluso hemorragias.
Según la American Cancer Society, el signo de alarma más frecuente es la dificultad para tragar alimentos o bebidas. Al comienzo de la enfermedad, este problema puede ser leve, “pero empeora con el transcurso del tiempo a medida que el cáncer crece y la abertura dentro del esófago se torna más pequeña”.