Cuando su esposa Sarah fue internada en el hospital, Brad Kearns tuvo que intervenir y hacerse cargo de todas las tareas de la casa, incluyendo el cuidado de los dos hijos de la pareja.
Ante la experiencia, Brad quiso compartir su historia en Facebook, destacando que muchas veces escuchó a su mujer decir ‘desearía ser el padre‘, pero que nunca entendió bien por qué hasta ahora.
“Siéntante, relájate, toma una copa, palomitas, organiza tu horario y abróchate los cordones, porque te llevaré a un viaje que sólo puede compararse con una montaña rusa de 169 km/h, incluyendo cascada de vómitos, excremento y lágrimas”, comenzó el relato del australiano.
Brad explicó que recibió un mensaje de texto de su esposa, en el que le señalaba que “mi hígado ha fallado”. Ante esto, tuvo que salir corriendo del trabajo y vivir completamente solo con los niños durante 24 horas.
Desde su destrozada casa, relató que sobrevivió a los gritos de su hijo Knox de 2 años y al llanto inconsolable de Finn, su hijo de sólo seis semanas, cuando intentaba hacerlo dormir.
“Es hermoso. Es una lindura y muy sereno cuando estás compartiendo con él… Justo hasta la parte en que lanza un grito que se escuchará hasta las estrellas, como si lo hubiese azotado de sus piernas contra la pared”, apuntó el padre en medio de su lucha por afeitarse y cambiarse ropa.
Por lo mismo, Brad manifestó que “fueron sólo 16 horas de ser una mamá. Y he fallado… Ni siquiera dominé la capacidad de mantener mi propia higiene personal como madre, y mucho menos el orden de la casa, educar a los niños, preparar sus cenas e incluso llevarlos de paseo”.
Las palabras del padre han sido ampliamente aplaudidas en Facebook, donde ha alcanzado más de 18 mil comentarios de apoyo y elogios.