Quizás una de las partes del cuerpo que más problemas le causa a las mujeres es el busto, ya sea porque es muy pequeño, porque está caído o porque son tan grandes que causan complicaciones de salud.
Precisamente esto último fue lo que ocurrió a Annette Murphy, una mujer oriunda de Inglaterra, y que vive en silla de ruedas, puesto que el peso de sus grandes senos la ocasionara un desgaste a sus huesos.
Con sólo 34 años, esta oriunda de Inglaterra, sufre de varias enfermedades, tales como hipotiroidismo, artritis, ganglios inflamados y un problema autoinmune que le causa dolor en sus articulaciones inflamadas. Por lo mismo, todos los días son una completa pesadilla para ella.
Hace algunos años, Annette solicitó ayuda al Servicio Nacional de Salud para someterse a una reducción de senos, la cual le fue negado por ausencia de evidencias médicas.
"Tengo mucha gente que me apoya, pero no importa lo que he pasado, ellos siempre responden que 'no hay suficientes evidentas clínicas. Sólo porque no hay nadie más con mi condición para usar evidencia clínica, no significa que ellos no puedan ayudarme'", narró la mujer a The Mirror.
Pese a esto, Annette sigue creyendo que alguien escuchará su desesperado llamado por ayuda y que algún día podrá someterse a la ansiada cirugía plástica que no sólo arreglará su vida, sino que también le permitirá volver a caminar.