La orden prohíbe que los policías usen las llaves asfixiantes, excepto cuando peligre realmente su vida. Además, esta norma prioriza la financiación federal a los departamentos que cumplan con los estándares establecidos al respecto y con el entrenamiento de distensión.
La orden también establece una base de datos para mejorar el intercambio de información entre las agencias policiales federales, estatales, locales, tribales y territoriales, de forma que los funcionarios del gobierno federal puedan rastrear mejor a los funcionarios con mayor número de quejas o denuncias por excesivo uso de la fuerza.
“Lo que se necesita ahora no es más avivar el miedo y la división. Necesitamos acercar la aplicación de la ley y las comunidades, no separarlas”, ha dicho Trump.