Como ya hemos tratado en alguna otra ocasión, la etiqueta de la propina es siempre una cuestión peliaguda. ¿Hay que dejar el 10%? ¿Más? ¿Menos?
"Dame propina una vez más"
Más allá de estas consideraciones es sabido que una propina grande hace maravillas, especialmente para aquellos mozos mal pagados, que dependen en parte de ellas para su subsistencia.
Y justamente el staff del restaurante tailandés, "Thailicious", en Colorado, Estados Unidos, pensaron que la habían pegado en grande cuando un cliente dejó una propina de 1.088 dólares, por una comida de 60. Un "poquitito" más que lo común.
El equipo de camareros, que comparte las propinas, estaban encantados.
La dueña, Bee Anantatho le contó al periódico Denver Post como reaccionó el mozo que le sirvió al cliente:
"Dijo que había leído un montón de historias como esta, pero usualmente la propina es unos cuantos cientos de dolares, no 1.000… Estaba tan feliz".
Lamentablemente, las cosas eran demasiado buenas para ser ciertas.
Al día siguiente (imaginamos que lleno de vergüenza) el cliente volvió al restaurante, que estaba recién abriendo.
"Dijo: 'Lo siento mucho, estaba borracho'", agrega Bee.
Afortunadamente, para el cliente, la dueña había dejado instrucciones de que resguardaran el dinero y no lo repartiera, por las dudas.
"No se había dado cuenta de que había entregado todo el dinero que tenía en su chequera."
Muy amablemente le devolvieron su dinero, y el hombre les dejó una propina de $40 dólares, que sigue siendo bastante generoso, a pesar de que está bastante lejos de 1.000.