De seguro cuando eras pequeño alguna vez te tragaste un chicle sin querer. Lo más probable es que no se lo hayas dichos a tus padres, que con antelación ya te habían advertido para que la goma de mascar no llegara a tu estómago.
También es probable que te hayan dicho que podía ser muy perjudicial. Pero ¿qué sucede realmente cuando te tragas un chicle? La revista Eat This Not That recogió este tema y se lo planteó a una serie de expertos para conocer a fondo qué es lo que pasaría en caso de tragar este dulce solo hecho para masticar.
Como con cualquier otra comida, el estómago se pone manos a la obra y digiere el chicle. Pero no todos sus componentes. “La base de la goma de mascar no se disuelve, al igual que algunos vegetales si los consumimos crudos, como por ejemplo el maíz”, explica Nancy McGreal, gastroenteróloga de la Duke University Health. “Nuestros cuerpos no poseen enzimas digestivas para descomponer este tipo de alimentos específicos”.
En una digestión normal, las enzimas descomponen los carbohidratos en glucosa, las proteínas en aminoácidos y las grasas en ácidos grasos. A lo largo del tubo digestivo, las distintas bacterias recolectarán los nutrientes y comenzarán a transportarlas por la sangre. Es cuando la hormona de la insulina se pone a trabajar para digerir toda la glucosa, aminoácidos y ácidos grasos y llevarla a los músculos o tejidos para quemarla como energía o almacenarla en forma de grasa.
Si bien el cuerpo puede digerir la alta cantidad de conservantes, azúcar y edulcorantes, la goma de mascar no se puede disolver. En ese caso, se agrupará a los restos del estómago y se moverá por tus intestinos hasta que la expulses, tal y como entró. Pero no, la suposición de que pueda pegarse a las paredes estomacales o intestinales es falsa, ya que el estómago segrega ácidos corrosivos para hacer la digestión que evitan que se adhiera a la superficie del órgano y se quede ahí, consigna El Confidencial.
Solo en muy raras ocasiones puede llegar a provocar un bloqueo intestinal. “Es un caso muy aislado, pero si se ingiere mucho chicle puede llegar a provocar estreñimiento, sobre todo en los niños”, asevera Elizabeth Rajan, de la Clínica Mayo. “Es por esta razón por la que hay que desalentar y prohibir que los niños se coman el chicle y se lo traguen”.
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