Viviendas colapsadas, casas inundadas, árboles caídos es el panorama desalentador que se observa en gran parte del municipio de El Rama, en la Costa Caribe Sur del país, tras el paso del huracán Julia. Al menos 20 sitios, entre barrios y comunidades, resultaron afectados por el desborde del río Mico. El nivel del agua alcanzó los enseres en las viviendas de las familias.
Metódicamente los pobladores intentaron sacar sus pertenencias para trasladarlas a un lugar seguro, pero fue imposible ante la gran cantidad de lluvia y fuertes vientos provocados por el fenómeno natural. Doña Catalina López quedó con la ropa que tenía puesta en ese momento, su casita de madera fue destruida por las ráfagas de vientos. Durante tres días su hijo ha intentado realizar labores de reconstrucción, pero no ha sido del todo fácil debido a la cantidad de lodo y lluvia que ha caído en el lugar.
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Algunas familias han retornado a sus hogares para iniciar labores de limpieza a diferencias de otras que aún continúan en albergues temporales por haber perdido todo. La población de la zona aún no cuenta con el servicio de agua, los pozos están contaminados debido a la gran cantidad de sedimentos que fueron arrastrados por las corrientes. Una pipa de Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal) se mantiene abasteciendo del vital líquido a las familias.
Normalidad no ha regresado
Las clases aún continúan suspendidas, algunos comercios no han reanudado sus labores, ya que todo el municipio no cuenta con el suministro de energía eléctrica. El hasta el mediodía de este miércoles la señal de telefonía e internet fue restablecida después de cinco días del paso del huracán. Miembros de la Cruz Roja Nicaragüense (CRN), filial El Rama, continúa brindando atenciones a la población afectada.
El ciclón generó un panorama devastador y las pérdidas económicas aún no se han cuantificado. Según datos oficiales, un total de 6,469 personas de la Costa Caribe quedaron a la intemperie.
Por Kevin Arrieta.