Un equipo de HRW que visitó la zona en abril y mayo dijo haber “investigado 22 aparentes ejecuciones sumarias, otros nueve asesinatos ilegales, seis posibles desapariciones forzadas y siete casos de tortura”, según un informe publicado este miércoles.
Se cree que los presuntos crímenes fueron llevados a cabo en febrero y marzo por las tropas rusas mientras controlaban gran parte de la zona. El grupo dijo que ha recopilado pruebas físicas que implican aún más a las tropas rusas en “numerosas violaciones de las leyes de la guerra que pueden equivaler a crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad”.
El director de HRW para Europa y Asia Central, Giorgi Gogia, calificó las presuntas atrocidades rusas de “aborrecibles, ilegales y crueles”. Estos abusos contra la población civil son evidentes crímenes de guerra que deben ser investigados con prontitud e imparcialidad y perseguidos adecuadamente”, dijo Gogia.