El sistema de justicia de Nicaragua realizó una audiencia secreta al exembajador ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Edgar Parrales y le decretó la detención judicial de hasta 90 días, aseguró la presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Vilma Núñez.
Doña Carmen Dolores Córdoba, esposa de Parrales, relató a ACCIÓN 10 que sujetos vestidos de civil se llevaron de su casa en horas de la tarde del viernes pasado a su esposo. Indicó que al momento que se dieron los hechos se encontraba solo en su vivienda, por lo que vecinos le llamaron para informarle de la detención. «Me dijeron que antes de que lo subieran a un vehículo él dijo que lo llevaban en contra de su voluntad», aseveró en ese momento.
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“Es cierto, le hicieron una audiencia secreta, de la cual no tenemos mayores detalles porque fue secreta, pero le imputaron un supuesto delito de provocar la violencia y le aplicaron los 90 días (de detención judicial), todavía él está en el Chipote. Estamos buscando más información”, aseguró Núñez.
Una voz crítica más silenciada
Parrales se había convertido en uno de los pocos exdiplomáticos que se atrevían a opinar y cuestionar las acciones del Gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo, ya que la mayoría se han exiliado o autocensurado para evitar ser un preso político más en Nicaragua.
Parrales fue embajador de la OEA por parte del Gobierno sandinista en la década de los años 80, pero ahora es apresado por la administración a la que una vez sirvió. Fue uno de los cuatro presbíteros que el Papa Juan Pablo II separó del cargo por defender la Teoría de la liberación y ocupar cargos políticos.
El exdiplomático había advertido que estaba preparado psicológicamente para ser apresado y que tenía confianza en Dios que podría soportar cualquier injusticia. Él se convirtió en el preso político número 43 en ser detenido por el Gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo en los últimos cinco meses.