La Ilha de Queimada Grande, conocida como la Isla de las Cobras, es considerada el lugar más peligroso del mundo para los humanos. Situada en la costa Paulista de Brasil, en el Océano Atlántico, este paraíso de serpientes ha fascinado a científicos, aventureros y traficantes de animales exóticos.
Según la historia, hace más de 10,000 años, el aumento del nivel del mar separó la isla del continente americano. Para sobrevivir, los reptiles desarrollaron un veneno cinco veces más letal que el de cualquier otra serpiente sobre la tierra.
La isla es de gran interés para la comunidad científica debido a las especies únicas que habitan en ella, cuyas propiedades podrían ser clave en el desarrollo de nuevos medicamentos.