"No me conoces, pero has estado dentro de mí, por eso estamos aquí ahora". Así comienza la carta de una joven de 23 años, quien fue violada por Brock Allen Turner, un universitario de Stanford.
La mujer agredida publicó una misiva, luego de conocerse que la justicia de Estados Unidos le había dado seis meses de cárcel al sujeto por considerar que una pena mayor podría afectar negativamente su futuro, pese a que enfrentaba 14 años de prisión y la Fiscalía había pedido seis.
"Una sentencia de prisión tendría un impacto severo sobre él. Creo que no va a ser peligroso para los demás", justificó el juez de la causa, Aaron Persky.
Ante esto, la mujer escribió que "quiero que el juez sepa que ha encendido un pequeño fuego. En cualquier caso, es motivo para que todos alcemos la voz".
Pese a que estaba inconsciente cuando ocurrió la violación y no recuerda nada, la chica relató que una vez que llegó al hospital se quedó "allí examinando mi cuerpo, bajo el chorro de agua y decidí que no quería mi cuerpo. Estaba aterrorizada de él, yo no sabía lo que había dentro de él, si había sido contaminada, qué había tocado. Quería despojarme de mi cuerpo como si se tratase de una chaqueta y dejarlo allí, en el hospital, con todo lo demás".
Asimismo, la chica critica el juicio que vivió el agresor, puesto que "el alcohol no es una excusa. Dijiste que si hubieras querido conocerme, me habrías pedido mi número de teléfono en lugar de llevarme a tu habitación. No estoy enfadada porque no me preguntaste por mi teléfono. Aunque me conocieras, no me gustaría vivir esa situación. Si mi novio me pidiera mantener sexo tras un contenedor de basura, le daría una bofetada".
Finalmente, la joven resumió con una frase la dura experiencia que le tocó vivir: "Soy un ser humano que ha sido herido de forma irreversible"; consigna El Dínamo.