Estados Unidos autorizó el miércoles su primera actualización de las vacunas contra el COVID-19, que son las dosis de refuerzo dirigidas especialmente a la variante ómicron.
Las aplicaciones de estas vacunas podrían comenzar en unos días. La medida de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) modifica la receta de las inyecciones hechas por Pfizer y su rival Moderna. La esperanza es que las aplicaciones de estas vacunas modificadas mitiguen otro aumento de contagios invernal.
Hasta ahora, las vacunas contra el coronavirus se han dirigido a la cepa original, incluso cuando surgieron mutaciones muy diferentes. Los nuevos refuerzos son inyecciones combinadas o “bivalentes”. Contienen la mitad de la receta original de la vacuna y la mitad de protección contra las versiones más nuevas de ómicron, llamadas BA.4 y BA.5, que se consideran las más contagiosas hasta el momento.