La tuberculosis vuelve a propagarse en todo el mundo debido al COVID-19 y a sus confinamientos, que limitaron las pruebas de detección y el acceso a los cuidados, advirtió este jueves la OMS, que estima que 1,6 millones de personas murieron de esa enfermedad el año pasado.
La OMS calcula que hubo 1,6 millones de muertes el año pasado, una vuelta al nivel de 2017. Esto representa un aumento de más de 14 por ciento con respecto a 2019, cuando esta enfermedad contagiosa mató a 1,4 millones de personas (1,5 millones en 2020).
Según la OMS, “es la primera vez en muchos años que se reporta un aumento del número de personas enfermas de tuberculosis.