Los residentes de Urumqi, la capital de la región de Xinjiang, ubicada al extremo occidental de China, dijeron que están siendo forzados por las autoridades a tomar medicamentos para presuntamente prevenir las infecciones por el coronavirus.
La ciudad lleva más de un mes en cuarentena, luego de que se informara un brote focalizado a mediados de julio. Se realizaron pruebas de COVID-19 en toda la ciudad y las comunidades locales fueron puestas bajo “cierre administrativo”, lo cual significa que nadie puede entrar o salir.
El gobierno está recurriendo a medidas inexorables para combatir el coronavirus, que incluyen encerrar físicamente a los residentes en las casas, imponer cuarentenas y arrestar a quienes no cumplan. Además, en lo que los expertos llaman una violación de la ética médica, algunos residentes están siendo coaccionados para que traguen la medicina tradicional china.
Se trata de un té llamado “Qingfei Paidu”, incluye ingredientes prohibidos en Alemania, Suiza, Estados Unidos y otros países por sus altos niveles de toxinas y cancerígenos.