La tormenta tropical Danielle se convirtió este viernes en el primer huracán de una temporada inusual, tras ganar fuerza en el océano Atlántico a cientos de millas de la costa, por lo que no representa ninguna amenaza previsiblemente para territorios habitados.
El ciclón alcanzó vientos máximos sostenidos de 75 millas por hora (120 kilómetros por hora), según el Centro Nacional de Huracanes.