Marco Pumari, candidato a vicepresidente y compañero de fórmula de Luis Fernando Camacho por el partido Creemos, recibió una lluvia de tomates y huevos de electores de Potosí, al sur de Bolivia, entre varios enfurecidos. Todo, porque su postulación habría dispersado el voto contra el Movimiento al Socialismo (MAS), que venció cómodamente con el candidato Luis Arce.
El aspirante a la vicepresidencia por el partido de la derecha había dicho que iba a esperar en la puerta de la Catedral de la ciudad para recibir “los insultos y agresiones” de los potosinos, luego de haber recibido amenazas por las redes sociales contra él y su familia.
“Vengo con el objetivo de que esos insultos y esas amenazas vengan a mi persona y no afecten a mi familia”, aseguró Pumari, uno de los líderes que impulsó las protestas que derivaron en la renuncia de Evo Morales en noviembre de 2019.
El líder potosino insistió en las denuncias de algunos sectores de derecha de un “nuevo fraude” en las elecciones de este 18 de octubre. Aunque esta posibilidad es remota luego de que el tribunal electoral fue depurado después de la caída de Morales.