Cada vez se hacen más comunes los accidentes por el mal uso de los celulares, los que no sólo pueden afectar al equipo en sí, sino también a quienes deciden ocuparlos.
Este es el caso de Gabbie, una joven de 13 años que sufrió quemaduras de segundo grado mientras cargaba la batería de su dispositivo móvil.
El aparato había llegado a la vida de la adolescente en Navidad, luego que su madre, Jackie Freddo, decidiera que tenía la edad suficiente para contar con uno, así que le regaló un LGd500 de la compañía estadounidense T-Mobiel.
Una semana después, la menor estaba usando el celular en la habitación cuando la mujer escuchó gritos.
"Ella bajó las escaleras corriendo y se agarraba el cuello. Tenía mucho dolor y lloraba histéricamente", reveló la madre a Buzzfeed.
La mujer no entendía lo que ocurría, por lo que tuvo que esperar que su hija controlara su ataque de histeria para enterarse de lo que estaba pasando.
La menor usó el teléfono mientras lo cargaba, momento en que fue sacudida por una corriente eléctrica que viajó del aparato a su cuello, a través de un collar de metal.
Jackie contactó a la compañía telefónica y a LG tras el accidente. Los segundos aún no le entregan una respuesta; mientras que los primeros le ofrecieron un dispositivo nuevo y pagar las cuentas médicas de Gabbie, quien quedó con una evidente cicatriz en su cuello.
A raíz de la nula respuesta de la empresa fabricante, la mujer decidió sacar a la luz la historia de su hija no sólo para denunciar, sino también para crear conciencia de lo necesario que es leer el manual de los dispositivos móviles antes de usarlos.