Serge Belo, es un canadiense que creó una imagen de 334 m². Para ello, llenó más de 66.000 vasos biodegradables con agua de lluvia.
Con su instalación quería crear conciencia y llamar la atención sobre el problema de la contaminación de las aguas dulces en el mundo. El artista quería recordarnos a todos nosotros de dónde venimos y qué es lo que hacemos con el medio ambiente.
Los mosaicos están hechos de 66.000 vasos de plástico biodegradables, 16.000 litros de agua de lluvia y 1 kg de colorante orgánico. Su obra muestra la imagen de un bebé en el vientre de su mamá.
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