Los cuervos son mágicos, o al menos así se ha creído por siglos. Parte del simbolismo que rodea a este animal, tiene que ver con la memoria, ya que se creía que este pájaro guardaba consigo recuerdos de mundos pasados y preciosos secretos. Se ha dicho, incluso, que los cuervos son amigos de la muerte ya que, cuando muere alguien, los cuervos se llevan su alma a la tierra de los muertos.
Mágicos o no, Gabi Mann ha estado vinculado a ellos durante años. Este pequeña niña comenzó a alimentarlos cuando solo tenía cuatro años.
Cuando tenía ocho años, logró que los cuervos crearan una rutina para seguirla hasta la escuela, comiendo lo que dejaba caer en el camino.
Cuando ya alcanzó los diez años, tuvo la idea de hacer un comedero para aves. Cada mañana dejaba comida de perros para que los cuervos comieran. A cambio los cuervos le comenzaron a traer regalos.
Piezas de Lego, botones y bolitas de plata, son algunos de los obsequios que los cuervos le llevaban a Gabi, quién los organizó de forma individual, etiquetándolos con la fecha de cuándo los recibió.
Pronto se dio cuenta que no era un comportamiento inusual, ya que estas criaturas son conocidas por recolectar todo tipo de cosas. Gabi reúne todos los días lo que le traen.
Sin embargo, los vecinos de Gabi no están muy felices con su iniciativa, y han puesto en marcha una demanda de 200 mil dólares contra los Mann, por lo que según ellos es una operación de alimentación ilegal a gran escala.
Muy triste que las personas que rodean a Gabi no apoyen su iniciativa y amor por estas aves. Esperemos que Gabi pueda demostrar que lo que está haciendo solo se trata de un bien para la comu