En este lugar no es "de niñas" darse un baño de burbujas. La cervecería Austriaca Starkenberger, que ha construido las primeras piscinas de cerveza en dependencias de su castillo, permite a sus visitantes sumergirse en la refrescante bebida por una módica tarifa.
A pocas horas de Munich, el entorno del castillo de la Cervecería Starkenberger es bastante sorprendente, aunque con la gloriosa sorpresa que tienen para ti en su interior, probablemente no querrás pasar mucho tiempo afuera.
Como cervecería Starkenberger lleva más de cien años operando, y es actualmente (y siempre lo ha sido) administrada por mujeres. Este barbón sólo es uno de sus trabajadores.
Los barriles se almacenan en un sótano gótico, el que puedes visitar en un tour con un costo de 10 dólares, pero que en realidad poco importa ¡porque vienes a ver las piscinas! Y sin más preámbulos…
Son en total siete piscinas en una habitación al estilo de los baños turcos, cada una de ellas tibias y conteniendo 12,000 litros de agua enriquecida con 300 litros de Biergeläger. Dato curioso: desde los días del antiguo Egipto cuando Cleopatra se bañaba en cerveza mientras Marco Antonio conquistaba imperios, se dice que los baños de cerveza ayudan a sanar y recomponer el cuerpo.
Debes hacer reservas con antelación, y el costo es de US$298 por piscina (y un adicional de US$6.50 por persona). Tus dos horas de baño de cerveza incluyen galletas saladas y una "pasta de carne tirolesa", más una botella de birra por persona; porque beber de la piscina sería una locura, ¿no?