La semana pasada China se preparó para iniciar a montar su propia estación espacial. Después del lanzamiento con éxito de la primera parte de la estación, el cohete que la llevó a órbita está a punto de volver a la Tierra. Pero volverá sin control alguno, convirtiéndose en uno de los objetos más grandes en reentrar de forma descontrolada.
Según refleja Aerospace, se espera que el cohete entre de nuevo en la atmósfera el 10 de mayo a las tres de la madrugada en horario europeo. Eso sí, con una ventana aproximada de 41 horas. Según la trayectoria que está siguiendo el cohete y con su inclinación orbital de 41,5 grados, puede caer en puntos tan al norte como Madrid y tan al sur como Nueva Zelanda.
En principio no es muy peligroso, una vez el cohete comience a entrar en la atmósfera será quemado y acabará hecho añicos antes de llegar a tocar tierra. No obstante, por lo grande que es y por caer de forma descontrolada, hay una mínima posibilidad de que algunos escombros consigan alcanzar la superficie, en áreas pobladas.