Monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa, reflexionó este jueves en su programa “Pastoreo, comunión y oración”, sobre las amenazas que enfrentan los líderes de la Iglesia católica y afirmó que los religiosos no han cometido ningún delito, adelantándose de esta manera a una posible acusación judicial.
“Qué acusación se nos podrá hacer y si hacen alguna inventada o calumniada, ¿Por qué hemos de preocuparnos?, el Señor es nuestra defensa, él da la cara por nosotros, no hemos de entretenernos de cualquier tipo de amenazas, no, no nos entretengamos en eso, tenemos muchas cosas a qué dedicarnos como para entretenernos en esas pequeñeces”, consideró Álvarez.
Y es que la reflexión del obispo cobra sentido porque en Nicaragua el Gobierno ha detenido en los últimos cinco meses a 43 personas, entre ellas: líderes opositores, precandidatos presidenciales, periodistas, empresarios, entre otros, y mantiene a otros 123 presos políticos tras las rejas de los diferentes sistemas penitenciarios del país.
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Iglesia preparada a ataques
“Los creyentes nos dedicamos a predicar la palabra, a anunciar la buena noticia a los pobres, la liberación a los cautivos, la vista a los ciegos, la libertad de los prisioneros y un año de gracia del Señor; y si por eso entonces vendrán persecuciones, tribulaciones, calumnias, ofensas, señalamientos, hermanos, hermanos, ya el Señor en el texto evangélico de hoy nos lo había anunciado hace más de dos mil años: si eso hicieron con el leño verde, que no harán con el seco”, dijo el obispo.
El Gobierno ha expulsado a sacerdotes extranjeros y se ha negado a renovarles el permiso de permanencia, mientras el presidente Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, ocasionalmente cuestionan y critican en sus discursos a los religiosos.