Los roles de género son construcciones sociales que han marcado pautas de comportamiento y expectativas sobre hombres y mujeres. Reflexionar sobre cómo estos estereotipos limitan el desarrollo personal es clave para fomentar una sociedad más equitativa. Entender que estas asignaciones no son innatas, sino aprendidas, permite desafiar normas impuestas y construir relaciones más libres y auténticas.