Quaden Bayles tiene solo cinco años y sufre de bullying por su aspecto, de parte de otros niños, incluso de adultos. A medida que crece se ha hecho consiente de que tiene una forma de enanismo, llamado acondroplasia. Esta enfermedad provoca el crecimiento lento de las extremidades y es mucho más bajo que otros niños. Pero gracias a un perro con enanismo, Quaden está aprendiendo a amar a su condición.
Buddy es un Shih Tzu rescatado de 9 años y tiene acondroplasia. Fue esta condición lo que convenció a la familia de Quaden de adoptar a Buddy después de que un amigo veterinario les pidiera su ayuda. Las responsabilidades de llevar a casa un perro no es una tarea fácil, pero darle calor hogareño a Buddy ha sido la mejor decisión para la familia Bayles.
“Quaden ahora acepta con orgullo que él tiene enanismo, porque Buddy le da esa razón para pensar que es bueno. Así que le dice a todos: “Mi perro tiene enanismo como yo”, y es la primera vez que escuchamos a Quaden decir esa palabra, porque no se nos permite decir enanismo o acondroplasia… de la noche a la mañana, que ha cambiado la confianza de Quaden. Ha sido una inyección de confianza“, dice Yarraka Bayles, madre de Quaden
Quaden y Buddy tienen una página de Facebook, Stand Tall 4 Dwarfism, donde puedes ver todas las actividades que realizan estos nuevos mejores amigos. Y nos demuestran que la altura no significa nada cuando tienes un mejor amigo que te entiende y comparte tu viaje.