La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) descubrió una venta fraudulenta de quesos parmesanos que se presentaban como "100% naturales" y no era así.
La marca Castle Cheese lleva 30 años vendiendo el alimento como si fuera sólo queso, pero la investigación de la FDA descubrió que era una desagradable mentira.
Uno de los componentes que encontraron fue: madera. Este queso es más caro que la mayoría, porque se vende como natural, pero la FDA descubrió que se componía de mozzarella, cheddar, queso blanco, suizo y una importante dosis de pulpa de celulosa, material hecho a base de madera que también se utiliza para fabricar papel.
En el reportaje de Bloomberg Business donde quedó al descubierto muchas mentiras de los productos americanos, explicaban que la celulosa es buena siempre y cuando no ser que supere el 2% de los componentes del producto. El queso de Castle Cheese sobrepasaba el 8%, es decir, tres veces más de lo permitido, lo que suponía un riesgo para la salud de los consumidores.
En 2012, un trabajador que fue despedido decidió contar todo sobre este desagradable condimento. Tras este descubrimiento, la empresa se declaró en quiebra.