Son aciertos fotográficos difíciles de captar, pero que quedan para siempre por lo divertidos que son.
Esta pequeña estadounidense asistió junto a sus padres a un parque de diversiones de su pueblo, donde se desarrolló un desfile de caballos de la raza Clydesdale.
La niña no quiso perder la oportunidad de inmortalizar el momento y fue a sacarse fotos junto a los animales una vez que terminó el evento.
Lo que iba a ser algo casual terminó siendo un momento inolvidable.
La madre sacó la foto y no paró de reír. La pequeña no entendía nada, hasta cuando le mostraron la imagen.
En la instantánea el caballo salía posando y sonriendo a la cámara, al más puro estilo de una "selfista".