Alejandro César Lacayo Noguera, de 44 años de edad, fue condenado a prisión perpetua revisable por los delitos de violencia psicológica y parricidio en primer grado en perjuicio de su propia madre Magda de los Ángeles Noguera Vega, de 76, el pasado 18 de abril.
La mujer murió en un hospital 18 días después de que este la golpeó, le roció alcohol y le prendió fuego, en la vivienda donde ambos vivían, ubicada en el residencial Villa Fontana de la capital.
Un perito forense psiquiatra declaró en el juicio que el acusado no padecía de ninguna enfermedad mental, además relató que este se mostró a la defensiva y evasivo cuando lo cuestionaban sobre los hechos. Lacayo consumía alcohol y sustancias alucinógenas en exceso, aunque su familia hizo todo lo posible por sacarlo de esa vida, todo fue en vano.
Otro de los testigos, una psicóloga forense, relató que la víctima habría soportado por más de 20 años maltratos físicos y verbales de parte de su hijo. En 2020 Alejandro le dio una golpiza a su progenitora, a tal punto que la envió al hospital, sin embargo ella no quiso denunciarlo.
Lacayo Noguera deberá cumplir la condena en el sistema penitenciario Jorge Navarro, “La Modelo”, en Tipitapa.