Por primera vez, los astrónomos han utilizado el telescopio espacial James Webb para obtener una imagen directa de un exoplaneta. Se trata de un gigante gaseoso lo que implica que no tiene superficie rocosa y que no podría ser habitable llamado HIP 65426 b.
Este lejano mundo tiene de seis a 12 veces la masa de Júpiter, aunque las nuevas observaciones podrían ayudar a delimitar aún más su tamaño. Es tan joven como pueden llegar a serlo los planetas: entre 15 y 20 millones de años de edad, muy pocos en comparación con los 4.500 millones de años de antigüedad de la Tierra.