Los sangrados disfuncionales representan un problema común en la salud materna, afectando a mujeres de diversas edades y asociándose con varias patologías ginecológicas. Entre estas condiciones se incluyen miomas uterinos, endometriosis y trastornos hormonales que pueden complicar la calidad de vida y la fertilidad. Un enfoque integral en el diagnóstico y tratamiento de estas patologías es fundamental para mejorar los resultados en la salud de las pacientes.