Hace 26 años, el volcán Casita, en Nicaragua, protagonizó uno de los peores desastres naturales de la región al registrar un deslave que causó la muerte de miles. La tragedia ocurrió tras el paso del huracán Mitch, que provocó lluvias intensas y deslizamientos de tierra que sepultaron varias comunidades. Hoy se honra la memoria de las víctimas en actos conmemorativos y llamados a la prevención.