Las muertes relacionadas con el huracán Fiona en Puerto Rico subieron a 21, dijo el gobierno el martes, mientras miles de personas siguen sin los servicios cruciales de electricidad y agua potable habiendo pasado más de una semana del azote.
El 33% de los clientes de la empresa encargada de la distribución de la luz, Luma, todavía espera por el restablecimiento del servicio. Eso es así especialmente en el sur y el oeste de la isla, según los más recientes datos brindados por la empresa, a la que muchos puertorriqueños cuestionan su capacidad para afrontar golpes de huracanes y dar un servicio eléctrico estable.
La situación preocupa porque recuerda el desastroso golpe del huracán María en 2017, cuando parte de las más de 3,000 personas que fallecieron a causa de ese ciclón se debieron a la falta de una conexión eléctrica para mantener las funciones vitales. Con el impacto de Fiona han muerto de forma indirecta al menos siete personas, de acuerdo con las cifras del gobierno.