Tras el deceso de la monarca Isabel II, la realeza británica no deja detalles al azar. El protocolo establece un “plan secreto”, conocido como “London Bridge”, que incluye todos los pasos a seguir en los 12 días de duelo después de la muerte de la reina.
El primer paso es que el secretario privado de la reina, Edward Young, informe a la primera ministra Liz Truss el fallecimiento de la monarca, con el código: “London Bridge is down”. Desde Downing Street, la premier debe poner en marcha la Operación London, que incluye avisar a las 15 naciones donde Isabel II es jefa de Estado. Ellos, a su vez, transmitirán la información a los 36 países que integran la Commonwealth.
El segundo día después del fallecimiento, las autoridades deberán decidirse entre dos opciones para trasladar a la monarca de regreso a Londres. La primera de ellas es que el cuerpo viaje en un tren real, y la segunda posibilidad es que se transporte en un avión donde permanecerá por 3 días.
Luego, al sexto día, el féretro irá en procesión al Palacio de Westminster, lugar en que se realizará un servicio memorial. Al undécimo día, se realizará la ceremonia fúnebre solemne en la Abadía de Westminster. Luego de los oficios finales, el ataúd de Isabel II será trasladado al Castillo de Windsor, donde será enterrada en la capilla San Jorge, junto a su padre, el rey Jorge VI.
Durante el periodo de duelo, habrá un apagón en las redes sociales oficiales de Gran Bretaña. Se mostrarán franjas negras y estará prohibido que se publique contenido no urgente y que se realicen retuits. Toda la información oficial se publicará en la web oficial de la Familia Real británica.