Las investigaciones para esclarecer la muerte de la nicaragüense de Erika Vanessa Reyes, de 22 años de edad, en el municipio de Utrera, en España, el pasado 31 de julio, continúan. Según medios europeos, para este miércoles y jueves el juzgado de dicha localidad citó a cuatro testigos, entre ellos una mujer y el recepcionista del hostal donde se escondió el principal sospechoso del crimen, identificado por las autoridades policiales solo con el nombre de Ángel, de 43 años de edad y de origen ecuatoriano, quien era la pareja sentimental de la víctima.
A este se le señala de ser el asesino, ya que se ocultó después de que la joven fue encontrada muerta con varios golpes en la cabeza, en la habitación que alquilaban y compartían. El abogado de la familia de la víctima, José Antonio Sires, informó que una de las testigos que brindará su declaración este miércoles, fue identificada como Marina, de la que hasta el momento se desconoce cuál es su relación con el caso y para este jueves hablarán dos jóvenes llamadas Sandra y Rosa, quienes viven en el domicilio donde ocurrió el suceso.
El presunto asesino está en prisión preventiva, mientras se desarrolla el proceso judicial, pero en un intento por liberarlo y que enfrente el juicio en libertad su abogado interpuso un recurso legal, alegando que su defendido no tiene motivos para huir del territorio español, lo que fue reprochado por la familia de la víctima.
Por Kathy Molina.