A sus 21 años, Ana Carolina López Enríquez obtuvo el pasado fin de semana su liberación del Centro Especializado en Reinserción Social (Cersai), en la avenida Juan Pablo II, donde pasó los últimos cuatro años y 10 meses en prisión.
De acuerdo con información de las autoridades mexicanas a López la condenaron a 14 años de prisión, luego que, en un acto de crueldad sin precedentes estranguló y calcinó a sus padres adoptivos en el año 2013.
Según los informes a Ana Carolina la adoptaron Efrén López Arango, de 65 y Albertina Enríquez Ortegón, de 45, cuando esta solo era una bebé.
A pesar de los esfuerzos de sus padres adoptivos por darle un hogar amoroso y con todas las comodidades posibles, la joven siempre albergó resentimiento hacia sus hermanastros y manifestaba sentimientos de exclusión.
El viernes 3 de mayo de 2013, se desató una tragedia en su hogar. Según datos recopilados, Ana Carolina llevó a su casa a un novio y a un amigo para que la ayudaran a cometer el atroz crimen.
Ese día la joven llevó a sus padres a la cocina bajo la excusa de pedirles ayuda, momento en el que su amigo Mauro Alexis Gómez aprovechó para estrangular a Albertina con un cable, posteriormente le inyectaron tres jeringas con veneno para ratas en el pecho y la yugular; los jóvenes escondieron el cuerpo hasta que Efrén llegara a su casa.
Más tarde se empleó el mismo método para su padre, Efrén López. Una vez consumado el hecho, se llevaron los cuerpos a una zona baldía en el periférico Lombardo Toledano, donde rociaron gasolina a los cadáveres.
La investigación confirmó que el novio de Ana en ese momento, confesó su participación en los hechos
La Justicia de México condenó a Ana Carolina a 14 años y seis meses de prisión por homicidio agravado y fue llevada hacia Cersai, donde cinco años después fue dejada en libertad tras su comportamiento “ejemplar”.