El mal humor y la falta de presencia de un padre, juega un papel muy importante en los problemas relacionados con la personalidad de los niños.
Se ha demostrado enfáticamente que en general, el amor o rechazo de las madres y los padres afecta el comportamiento de los niños, la autoestima, la estabilidad emocional y la salud mental.
La presencia del amor de un padre aumenta la sensación de bienestar en los niños, y mejora su salud emocional y física. Pero esto es de conocimiento común, la mayoría de las personas son conscientes y reconocen los impactos que un padre tiene sobre sus hijos.
Los investigadores centraron su atención en los efectos del estrés y los problemas de salud mental de los padres como la depresión y la ansiedad en sus hijos. Ellos encontraron que los niveles de estrés y problemas de salud mental en los padres, afectan cómo interactúan con sus hijos y desde luego, su desarrollo.
Uno de los más sorprendentes hallazgos de un estudio, es que la salud mental de un padre tiene consecuencias a largo plazo que se correlacionan directamente con las diferencias en las habilidades sociales de los niños (por ejemplo, el autocontrol y la cooperación).
El estudio también pone de relieve el hecho de que de un padre con estrés y depresión, son especialmente perjudiciales en el desarrollo cognitivo y del lenguaje de sus hijos cuando los pequeños tienen entre 2 a 3 años de edad.