Un ex agente de la policía de Minneapolis acusado de violar los derechos civiles de George Floyd tomó el estrado ayer martes para defender por primera vez su inocencia durante el fatal arresto del hombre afro-estadunidense, cuya muerte generó protestas contra la discriminación racial en Estados Unidos.
Derek Chauvin, el ex agente de la policía de Minneapolis, de tez blanca, quien se arrodilló sobre el cuello de Floyd ya esposado por casi 10 minutos hasta que se desmayó y murió, está cumpliendo una pena de 22 años de cárcel tras ser condenado por asesinato.
Thao mantenía alejados a los curiosos de la escena, que le decían al agente condenado que se apartara del hombre negro visiblemente afectado. “Yo estaba controlando a la multitud todo el tiempo”, alegó Thao, quien se calificó a sí mismo por la función de ese momento como un “cono de tráfico humano”.