Joe Biden recibe este martes a la familia del afro-estadounidense George Floyd, asfixiado hace un año por un agente policial blanco, pero el presidente estadounidense no ha logrado como esperaba que el parlamento apruebe un proyecto de ley contra la violencia policial.
La sentencia del ex oficial se conocerá el 25 de junio, pero los miembros de la familia Floyd, que se han transformado en portavoces de esta lucha, insisten en que las cosas deben cambiar en profundidad. Por ahora, la Casa Blanca está tratando de resaltar la empatía del presidente en lugar de la agenda legislativa.
La reunión de este martes se llevará a cabo a puertas cerradas en la Casa Blanca, para permitir “una conversación real”. Pero en el frente legislativo las cosas son mucho más lentas.