Los mandatarios estadounidenses siempre han hecho públicas sus declaraciones de impuestos anuales, que detallan las fuentes de ingresos y los impuestos pagados, en nombre de la transparencia.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su esposa Jill ganaron algo más de US$ 600,000 el año pasado, según se desprende de su declaración de impuestos, aunque la verdadera noticia es que el documento se hizo público.
En su declaración de impuestos conjunta del 2020, Joe y Jill Biden, una profesora de educación superior, declararon unos ingresos brutos ajustados a nivel federal de US$ 607,336. Pagaron US$ 157,414 en impuestos federales sobre la renta, una tasa efectiva de 25.9%, y US$ 28,794 del mismo impuesto al estado donde residían antes de llegar a la Casa Blanca, Delaware.
Sin embargo, el ex presidente Donald Trump rompió con esa tradición, negándose durante su mandato a revelar la información sobre sus finanzas o el verdadero estado de su imperio de propiedades y marcas.