Bill Griffiths, 91, y Flo Marshallsay, 96, se conocieron en 1982 en un club de baile. En ese entonces Flo era viuda y conocía a la mujer de Bill, Joan. Le preguntó si cuando ella ya no lo necesitara ella se podía hacer cargo de él y Joan respondió que se podía hacer cargo de él ese mismo día
Flo esperó y cuando Joan falleció en 1997, ella se hizo cargo de su marido, cocinando su comida y acompañándolo.
Hoy llevan más de 10 años viviendo juntos y a comienzos de mes, mientras tomaban una taza de té, Bill le pidió a Flo que se casara con él. Ella dijo que sí y hoy están haciendo los preparativos para un matrimonio junto a los 5 hijos, 14 nietos y 7 bisnietos que tienen en conjunto.
Flo, quien sufrió de cáncer de intestino hace 3 años, cuenta que mientras tomaban té en su casa en Oldbury, Bill la miro y le dijo “Flo, ¿te casarías conmigo?”.
“Le dije que sí y me dio un gran beso. A pesar de que no se puso en una rodilla, fue muy romántico. No podía creer que me lo estaba pidiendo, fue una total sorpresa. Pero bueno, la vida esta llena de sorpresas. Nunca es muy tarde para casarse. Sólo eres tan viejo como te sientes, y yo no me siento vieja. A pesar de que físicamente pueda ser, mi mente esta en perfectas condiciones. Si alguien me dijera que estoy muy mayor para caminar hacia el altar, les diría que están hablando basura. Bill es un hombre amoroso y servicial. Además que sigue siendo muy apuesto, tiene pocas arrugas.”
Bill, por su parte, dice:
“Luego de que muriera mi mujer, siempre hemos estado ahí el uno para el otro. Ella es una persona muy especial para mi y soy un hombre muy afortunado.”
Así que ya saben, no desesperen si todavía no encuentran a esa persona especial. Flo y Bill son la prueba de que mientras estés vivo, nunca es muy tarde.
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