Olvidando por un momento el abrazo de familiares, las ancianitas del Hogar San Antonio del departamento de Masaya, disfrutaron de una mañana de baile, comida y entrega de productos de aseo personal por el Día de la Madre Nicaragüense.
La familia Tellería, habitante de los Altos de Masaya, fue la encargada en ayudar a estas personas a que olvidaran por un momento la soledad y el abandono al que han sido sometidas por parte de sus seres queridos. En total son albergados 40 ancianos, 14 son mujeres y 16 varones. Aunque no todas tienen hijos, ni familia, la esperanza era poder conversar unos minutos con algunas amistades en este día especial.
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Rosa González es maestra de profesión, no tuvo hijos, hace cinco años le amputaron uno de los pies y meses después fue llevada por sus hermanas al asilo. Todos los sábados es visitada por sus ex alumnos del colegio, quienes con frecuencia la llaman para saber cómo se encuentra.
En este asilo trabajan 30 personas, 12 de ellos son de la congregación religiosa Hermanas Josefinas y entre todos preparan los alimentos para los ancianos y se encargan de la limpieza, labor que durante 18 años han venido realizando. La casa Hogar necesita constantemente de apoyo para seguir brindando a estas personas un lugar digno donde vivir, alimentación y medicina. En el último año tres ancianitos ingresaron al lugar.
Por Kevin Arrieta.