El presidente de Filipinas amenazó con ordenar la detención de los filipinos que se nieguen a vacunarse contra el COVID-19 y les dijo que se marchen del país si no quieren cooperar con los esfuerzos para contener la pandemia.
Rodrigo Duterte, quien es conocido por sus exabruptos en público y por su dura retórica, dijo en declaraciones emitidas por televisión ayer lunes impaciente con la gente que se niega a inmunizarse y que por lo tanto ayuda a propagar el coronavirus.
“No me malinterpreten. En este país se está enfrentando una crisis. Hay una emergencia nacional. Si no quieren vacunarse, los detendré y les inyectaré la vacuna en el trasero”, afirmó Duterte.